MARIA DEL CARMEN BRICEÑO
San Cristóbal. C 1780. San Cristóbal. 1857
Decidida
partidaria y colaboradora de la causa independentista de Venezuela. Fueron sus
padres Pedro José Ramírez y María Ignacia Gutiérrez de Caviedes, familia de la
región tachirense. En 1796 contrajo matrimonio con Juan Briceño Uzcategui, de
la provincia de Trujillo. En 1813, junto con su esposo y otras familias del Táchira,
se refugió en Pamplona huyendo de las represarias ejercidas por las fuerzas
realistas enviadas desde Maracaibo a San Antonio del Táchira al mando del Capitán
español Bartolomé Lizón. Las calamidades y desgracias se abatieron sobre su
familia. El comandante José Sotillo, designado por Lizón como jefe de las
tropas en Cúcuta, saqueó la población, encarcelo a todos los hombres
sospechosos de filiación a la causa republicana y fusilo a otros considerados
como los más comprometidos, entre ellos al padre de María del Carmen, junto con
uno de sus hijos y dos sobrinos.
Simultáneamente
le fueron confiscados todos sus bienes, dejando a la familia en la penuria. En
el mismo año de 1813 su hijo adolescente, de apenas 16 años, Pedro Briceño Ramírez,
se alisto en las tropas al mando de Antonio Nicolás Briseño y participó
activamente en las acciones que este emprende en los años de Barinas.
Afines de
1819, la hostilidad realista la llevo a la prisión y junto con un grupo de
señoras fue conducida al pueblo de Bailadores de donde fue rescatada por un
piquete de caballería enviado por Simón Bolívar. Ya estabilizada la lucha
emancipadora, sirvió de anfitriona al Libertador en una de sus casas de San Cristóbal
en 1820. En 1821 se reunió el Congreso del Rosario de Cúcuta en otras de sus
casas en esta ciudad, y posteriormente la cedió para la impresión en ella de
los primeros números de la Gaceta de
Colombia, también en uno de esos inmuebles falleció el prócer Juan German
Roscio. María del Carmen Ramírez sostuvo una prolongada y variada
correspondencia con gras cantidad de próceres entre ellos Páez, Santander y José
Feliz Blanco. En una de ellas dijo a Páez que “mi entusiasmo y deseo de conocer a los que nos han libertado me sacan
hasta la paciencia y quisiera tener a mi disposición el mundo entero para
dedicarlo al obsequio y servicio de mis redentores”.
Es muy
conocida la anécdota de la forma como obtuvo conocimiento de los sucesos del 19
de abril de 1810, a través de una carta enviada por su hermana Josefa,
residente en Barinas en el centro ahuecado de una panela de papelón remitida a
su casa en la Villa del Rosario de Cúcuta. Los historiadores Luis Eduardo
Pacheco y José Nepomuceno Contreras Serrano se dedicaron a estudiar su vida. Su
nieta Josefa Briceño, s la madre del compositor y abogado, Antonio María
Delgado Briceño fundador de colegios en Táriba y Secretario General del
Gobierno del Táchira en 1912, además de compositor del célebre vals Quejas del Alma.
Pacheco
presumió en 1955 que los restos de María del Carmen quedaron sepultados en los
terrenos de la actual Catedral de San Cristóbal. El conocido Parque los Mangos
fue distinguido en 1952 con su egregio nombre. Más tarde en 1974 fue fundada la
Escuela de Labores donde lleva su nombre, en homenaje a tan insigne luchadora
Tachirense.
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